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INSTITUTO DE LOS ANDES

02 LOS LIBROS

LA LIBERTAD Y LA VIDA

LIMA (AFP) — El libro 'Mario Vargas Llosa, la libertad y la vida', que repasa en diez capítulos todas las facetas del famoso escritor peruano, será presentado el martes en Lima.

La obra recoge la exposición: 'Mario Vargas Llosa, la libertad y la Vida', que el propio escritor de 'Pantaleón y la visitadoras' inauguró en agosto en Perú como parte del programa del 'Festival de Lima, encuentro latinoamericano de cine', organizado por la Universidad Católica.

Esta edición de lujo se ha preocupado por mostrar la humanidad del escritor, su talento y la pasión de uno de los autores más importantes de la actualidad.

Además, se exhibe una interesente cadena de fotografías donde se puede ver a Vargas Llosa con amigos escritores, artistas y otras personalidades, pero la que centra la atención es compartiendo mesa con el escritor colombiano y Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, con quien está distanciado.

En la obra se incluye reproducciones de los manuscritos de grandes obras del autor como 'La ciudad y los perros' y 'La fiesta del chivo'. En el libro también hay cartas con escritores como Julio Cortázar, José Donoso, Carlos Barral, Carlos Fuentes y Pablo Neruda.

Los ensayos sobre la vida y obra de Mario Vargas Llosa están a cargo de los peruanos Fernando de Szyszlo, Alonso Cueto, Frederick Cooper y Juan Ossio.

PENÍNSULA, PENÍNSULA

Hernán Lara Zavala fusiona historia y literatura

La injusticia, el hambre, la desigualdad económica y social son los elementos que dan origen a las revueltas, a las revoluciones. Fue en 1847 que estalló la Guerra de Castas en Yucatán, un combate con tintes raciales y culturales en el que se enfrentaron los indígenas mayas y los descendientes de los conquistadores españoles.

Por: Sylvia Georgina Estrada

La cruenta lucha que exterminó a la mitad de los habitantes de esa zona es recuperada por el escritor Hernán Lara Zavala, quien, después de un intenso trabajo de 10 años, ofrece a los lectores su novela “Península, Península”, editada por Alfaguara.

El narrador estuvo el pasado sábado en el Salón de las Letras para presentar su novela, en la que aborda la Guerra de Castas, ocurrida en Yucatán a mediados del siglo 19.

En tono de broma, Lara Zavala recuerda que una vez dijo que era de origen peninsular y que eso se tomó como si se las “estuviera dando de gachupín”, pero “en realidad lo que trataba de decir es que provenía de la península de Yucatán”.

El germen del libro se remonta a una década atrás, cuando tuvo oportunidad de regresar a la tierra de sus abuelos.

“Un día mi padre se dio cuenta de que yo tenía amor por la tierra de mis abuelos y me llevó a un lugar que se llama Iturbide, en el corazón de la península de Yucatán, un pueblo dejado de la mano de Dios. De pronto vi lo que era un cantón y un fuerte que utilizaban los blancos para protegerse de los ataques de los mayas. Cuando vi eso pensé que tenía que escribir sobre ello”.

Antes, el escritor se tomó un tiempo para investigar y leer archivos y documentos relacionados con lo que sucedió en el Yucatán decimonónico.

“Para eso me tenía que ilustrar, tenía que ponerme a leer, entonces la novela me llevó 10 años, mi primer borrador lo intenté cuando fui a Inglaterra en un año sabático, se me hizo fácil echarme el libro en un año sabático, pero no, me quedó el libro a medio terminar, quedó a la mitad la novela, como un edificio al que se le ven las vigas”.

“Pero dicen que no hay mal que por bien no venga, ni bien que su mal no traiga”, dice el autor en referencia a que perdió su trabajo en la UAM, situación que él considera providencial, pues le permitió terminar la novela.

“(‘Península, Península’) es una novela escrita, pensada, estudiada(…) y la verdad metí toda la carne al asador”, afirma al hablar sobre su libro, en el que la literatura ocupa el lugar de honor, seguida de la historia.

“Yo tenía que pensar en términos literarios, no en términos históricos, pero no podía olvidar la historia porque es lo que le da el plus a una novela de este tipo. A quien no le gusta la literatura y sí le gusta la historia, se ilustra, a quien no le gusta la historia, pero sí le gusta la literatura se divierte”.

Agrega que la “literatura es como una baraja en la que tu mezclas lo que ya viviste, lo que ya leíste, lo que ya pensaste, lo que quieres, lo que puedes.

“No falseé ningún dato de la historia, lo que pude hacer fue ponerle sal y pimienta a los datos de la historia, los aderecé, les puse sabor”, finaliza.

SABOR A CHOCOLATE

 

LA OPINIÓN | SANTA CRUZ DE TENERIFE El malagueño José Carlos Carmona, doctor en Filosofía y autor de Cuentos para después de hacer el amor, acaba de publicar Sabor a chocolate (Punto de lectura), la obra ganadora del XIII Premio Literario de la Universidad de Sevilla.

En este trabajo, Carmona cuenta en una cascada de breves imágenes la historia de una familia europea a través de varias generaciones a lo largo del siglo XX. Las dos guerras mundiales, la búsqueda de nuevos horizontes y el mundo en continuo cambio, marcarán las vidas de sus personajes para siempre.

Rosa Montero dijo de esta obra escrita en un lenguaje casi poético que se trata de "un experimento literariamente muy interesante. Tiene valor, atrevimiento y pensamiento detrás".

ARTHUR C. CLARKE

Muere escritor de ciencia ficción Arthur C. Clarke

Foto de archivo del escritor Arthur C. Clarke gesticulando en su estudio en Colombo (Reuters)

Por Simon Gardner COLOMBO (Reuters) - El escritor de ciencia ficción británico Sir Arthur C. Clarke, conocido por su novela "2001: A Space Odyssey" que también se convirtió en un filme clásico, murió en Sri Lanka a los 90 años. "Falleció. Tuvo un ataque cardiorespiratorio," dijo Rohan de Silva, su secretario personal, quien señaló que los doctores vincularon el ataque a un síndrome post poliomielitis que lo mantuvo en una silla de ruedas por muchos años.

Clarke nació en Inglaterra el 16 de diciembre de 1917 y trabajó como especialista en radares en la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial. Fue uno de los primeros en sugerir el uso de satélites que orbiten la tierra para comunicaciones. En la década de 1940, predijo que el hombre podía llegar a la luna hacia el año 2000, una idea que los expertos primero desestimaron.

Cuando Neil Armstrong llegó a la luna en 1969, Estados Unidos dijo que Clarke "otorgó el impulso intelectual esencial que nos llevó a la luna." Clarke primero llegó a la isla en el Océano Indico en la década de 1950 para realizar buceo y dijo que se volvió residente luego de "enamorarse del lugar." Escribió más de 80 libros y 500 historias cortas y artículos, y quería ser recordado en primer lugar como un escritor.

En una celebración de cumpleaños cuyo anfitrión fue el presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, en diciembre, Clarke dijo que su mente continuaba vagando por el universo al igual que lo hacía en su juventud en las décadas de 1920 y 1930, pese al hecho de estar confinado a una silla de ruedas. (Reporte de Simon Gardner, Editado en Español por Juana Casas)

EL JUEGO DEL ANGEL

 

Madrid.(EUROPA PRESS).- La editorial Planeta pondrá hoy en el mercado un millón de ejemplares de 'El juego del Ángel', la nueva novela de Carlos Ruiz Zafón. En esta novela de intriga, ambientada en los años 20, el autor regresa a la Barcelona misteriosa del 'Cementerio de los Libros Olvidados' y sumerge al lector en el universo gótico de 'La Sombra del Viento'.

 

Según ha informado la editorial Planeta, 'La Sombra del Viento' es la primera entrega de un ciclo de cuatro novelas interconectadas y ambientadas en la Barcelona misteriosa y gótica que gravita en torno al Cementerio de los Libros Olvidados.

Los cuatros relatos, independientes y auto-suficientes en sí mismos, compartirán algunos personajes y escenarios y crearán un universo literario inspirado en el marco histórico de la Barcelona que va desde la era de la revolución industrial hasta los años posteriores a la guerra civil española.

Ruiz Zafón, (Barcelona, 1964) es uno de los novelistas europeos de mayor proyección en todo el mundo. Debutó en 1993 con 'El príncipe de la niebla' posteriormente publicó otras tres novelas dirigidas al público juvenil: 'El palacio de la medianoche' 'Las luces de septiembre'y 'Marina'.

En el año 2001 da el salto a la narrativa para adultos y publica 'La sombra del viento', que se ha convertido ya en el mayor éxito mundial de la novela española.

Sus obras han sido traducidas a más de treinta lenguas y publicadas en más de cuarenta países, obteniendo numerosos premios internacionales y conquistando a millones de lectores.

La cifra de libros que pondrá desde hoy a la venta la editorial Planeta batirá récords en España y supera las primeras tiradas de otros fenómenos editoriales como Harry Potter (con 1.500.000 de ejemplares de su última entrega para toda Latinoamérica y EEUU) o 'Un mundo sin fin' de Ken Follet, que salió a la venta con 525.000 ejemplares.

AL PIE DEL TÁMESIS

 

LUCES - EL COMERCIO

Vargas Llosa regresa al teatro con "Al pie del Támesis"

Estreno mundial será el jueves 27

Por Enrique Planas

Es divertida la dedicatoria que se lee en la segunda página del texto de "Al pie del Támesis": A Luis Peirano, por su larga paciencia. En efecto, hace mucho tiempo, Mario Vargas Llosa le había prometido al director de teatro una obra, una historia que nació a partir de una conversación con Guillermo Cabrera Infante. Su colega cubano le había relatado sin perder aún el asombro su reencuentro con el poeta venezolano Esdras Parra, quien décadas después de la última despedida, había cambiado visiblemente. Se había convertido en una celebrada poetisa. "De pronto, tuve la idea de la obra: el encuentro en Londres de dos amigos miraflorinos que no se han visto en treinta y cinco años. Como Londres es la ciudad de los aparecidos, de la conversación empezarán a aparecer fantasmas, pero de carne y hueso. Me gustó muchísimo la idea y me puse a trabajar", nos confiesa el escritor en la tranquilidad de su estudio en Barranco.

Lo curioso es que, aunque el autor de "La Chunga" escribió el borrador de la obra en menos de dos semanas, las sucesivas reescrituras le tomaron casi seis años. "Solo con 'Los Cachorros' recuerdo haber reescrito tantas veces un texto. No acababa nunca de sentir que había aprovechado bastante esa historia", explica MVLL.

¿En una obra de un solo acto, cuyo texto se lee de un tirón, dónde radica la dificultad?
Creo que lo que me costó mucho trabajo es entender algo que estaba implícito en la obra pero que al principio me resistía muchísimo a aceptar: "Al pie del Támesis" no era una historia realista. Yo quería que esta fuera una historia realista y con ello frustraba las posibilidades de una historia que se enriquecía muchísimo si el elemento ficticio ocupaba un lugar central. Fíjate que me tomó varios años para entenderlo. No sé cuántas versiones hice de esta obra, pero fueron muchas .

Para el montaje de la obra, ha estado presente desde las primeras lecturas hasta los ensayos finales...
El teatro tiene una cosa fascinante, es una obra de colaboración. Tienes que saber que lo que escribes es solo una parte del espectáculo. El director, los actores, los técnicos, todos juegan una parte fundamental. Hay que estar consciente de esta otra dimensión, que no existe cuando escribes una novela. Ser consciente de que solo eres una parte de la historia, que esta la van a completar otros, hace que escribir una obra de teatro sea algo muy distinto que una novela. Generalmente no estoy presente cuando se ensaya una obra mía. Esta vez sí. Desde la primera lectura hasta el estreno voy a seguir cerca de todo lo que ha sido la composición del espectáculo.

Es lugar común que los directores digan que no hay mejor dramaturgo que el dramaturgo muerto, ya que no pueden intervenir en el montaje. ¿Su presencia en los ensayos no intimidaba a los actores?
En algún momento pareció que ocurría eso y por eso yo discretamente hice mutis. Pero luego me invitaron a que volviera. Yo procuro ser muy discreto. El director de la obra es Lucho Peirano y yo no me he metido para nada en lo que es la dirección, ni siquiera para opinar, salvo cuando él me lo pide. Estar con ellos me ha servido muchísimo para oír el texto con distancia, en boca de los actores. Eso me permitió hacer pequeñas pero importantes enmiendas. Esta experiencia ha sido muy bonita para mí, porque Lucho Peirano, Bertha Pancorvo y Alberto Ísola se entienden muy bien. No es la primera vez que trabajan juntos y hay una gran amistad entre ellos. Hay una gran complicidad. Buscan y encuentran cosas y Lucho dirige de una manera que les permite a los actores ejercer su libertad. Ellos contribuyen mucho con cosas creativas. Para mí, ha sido muy interesante ver cómo aparecían en la obra cosas que no sospechaba, gracias al director o los actores. Es una experiencia que no he tenido en otras obras de teatro.

¿En la obra, el personaje del transexual es un motivo para reflexionar sobre la identidad, un tema tan presente en sus ensayos?
Pues mira, creo que la identidad es algo que nosotros construimos, no es algo con lo que tu vienes al mundo. Signo de civilización es que una persona pueda ir construyendo su identidad a partir de iniciativas tomadas libremente. Si la identidad es impuesta, esta es una forma de esclavitud. Y creo que eso existe en comunidades muy primitivas, en las que el individuo es solo una parte de la tribu. Al no tener posibilidades de sobrevivir separado del contexto social, entonces la tribu le impone una identidad que le permite sobrevivir. Pero luego la civilización va permitiendo que el individuo se desgaje de esa comunidad y que vaya teniendo una autonomía cada vez mayor para elegir su dios, sus costumbres, su lengua, su sexo. Mientras más elecciones libres tenga, más libremente construye su identidad de acuerdo a sus motivaciones, apetitos, tendencias, proclividades. Ese es un tema que me ha apasionado muchísimo. Y en esta obra, el tema se encarna de una forma muy dramática.

El transexual es la transformación más radical de la identidad...
Y no solamente eso. En ciertos contextos, la más arriesgada, la más difícil de asumir y, seguramente, la que más profundamente produce traumas y desgarramiento. Es un tema que tenía una gran dificultad para la obra: debía evitar la truculencia, la demagogia, tratarlo con naturalidad y autenticidad.

En la literatura y el cine contemporáneos, el transexual y el travesti son un símbolo de lo posmoderno, del reciclaje, de la transformación de todo paradigma.
Y además de ese juego en que la vida se ha convertido para la posmodernidad, una especie de espectáculo en el que representas roles, y las identidades se pierden muchas veces en esas representaciones. En esta obra hay un juego de imposturas del que va emergiendo, con dificultad, una autenticidad, la revelación de lo que en el fondo son los propios protagonistas, de lo que han querido ser o de lo que no se han atrevido a ser.

Para el texto de "La Chunga", usted utilizó como epígrafe una frase de Oscar Wilde: "La verdad es raramente pura y nunca simple". Esta sentencia podría ser aplicable a toda su obra teatral: la búsqueda de la verdad desde la realidad y lo imaginario.
Creo que existe una frontera entre la verdad y la mentira. No soy un relativista que crea que la verdad no existe, que todo dependa del punto de vista. Creo que hay verdades y mentiras, pero que la frontera entre ambas nunca es nítida, como creen los fanáticos. La verdad es muchas veces compleja, ambigua, tienes que hacer un enorme esfuerzo para aislarla. Muchas veces esa ambigüedad debería llevarte a ser prudente. Siempre la realidad humana es mucho más sutil, más imprevisible, más compleja, que lo que pueden interpretar cualquier esquema racional. Probablemente, si hay un aspecto de la realidad humana donde eso sea más evidente es en el sexo, algo que siempre se ha querido catalogar, clasificar por los dogmas, por la visión religiosa. En realidad el sexo es siempre mucho más imprevisible, escurridizo y complejo, es uno de los aspectos de la persona donde más se ejercita la libertad. Este es uno de los temas de la obra que creo también muy presente en las cosas que he escrito, pero ahora de una manera mucho más flagrante.

¿Cuanto pesa lo simbólico en la historia que busca contar? Es claro que el público espera de Vargas Llosa una reflexión que vaya más allá de la historia...
El primer impulso, y el que prevalece siempre cuando escribo una obra de teatro o una novela es la historia. Lo demás viene solo, por añadidura. Al final, lo más difícil es contar bien una historia, de tal manera que quien la lea o la vea sobre un escenario se identifique con ella y la viva como una experiencia personal. Ninguna historia llega a hechizar a un espectador si no lo compromete, si no toca los problemas que a él realmente le preocupan, si en esa historia él no ve alguna explicación o solución a un problema que lleva consigo. Una historia no es apasionante porque sí. Lo es porque te toca, porque tiene que ver con tu historia personal. Hay ideas, puntos de vista, cuestionamientos, pero tanto en el teatro como en la narrativa eso tiene que transpirar de la propia historia. Si no, resulta algo postizo , un pretexto para divulgar ciertas ideas.

Decía que un pálpito le dice si una historia va mejor para el teatro o para una novela. ¿Hay algo más detrás de este pálpito?
Es algo muy misterioso para mí. No sé por qué, pero sé cuando una historia es para el teatro y cuando para una novela. No puedo explicarlo racionalmente. Para mí, una historia teatral es mucho más visual: veo las caras de los personajes, las situaciones. Es una historia mucho más condensada, más sintética, no se proyecta en el tiempo como ocurre con las novelas. Pero no te puedo dar una respuesta. Eso sí, la intuición es clarísima, nunca me falla.

Los críticos señalan que el teatro es el espacio más liberador para usted, donde puede expiar más cómodamente fantasmas como el sexo y la sordidez.
Es posible, aunque no tengo distancia para darme cuenta. Pero sí, es verdad que hay en mi teatro una coherencia que no hay en mi narrativa. En él se puede hablar de un cierto denominador común, pero eso no es deliberado.

El teatro que me gusta (Y el que no)
Es conocido que su gusto por el teatro se inició de niño tras ver en el teatro Segura "La muerte de un viajante" de Arthur Miller. ¿Miller para su teatro sería lo que Faulkner para sus novelas?

Nunca podré olvidar lo que fue la experiencia de ver "La muerte de un viajante". Yo ya sabía que en la novela existía esa libertad para tratar el tiempo, que una historia podía pasar del pasado al futuro, de un narrador a otro, pero no había visto en el teatro nada parecido, una obra que jugara con tal libertad con el tiempo o con los niveles de realidad. La impresión fue realmente enorme. Tanto que me hizo escribir mi primera obrita de teatro "La huida del inca". Pero si me pides elegir a un autor de teatro, no citaría a Arthur Miller. Hay otros autores que admiro enormemente, como O'Neill, por ejemplo. "Largo viaje hacia la noche" es una obra que me impresionó tremendamente. Igual sucede con Chéjov o Ibsen. Entre los autores más modernos, creo que Tom Stopard es el dramaturgo vivo más creativo, original y novedoso. Poco conocido fuera del mundo anglosajón, por desgracia.

¿Qué le parece el teatro de Harold Pinter?.
No me gusta mucho. "The Homecoming" es muy interesante, pero me parece que su teatro de vanguardia le debe mucho a Beckett, a Ionesco, pero sin tener la originalidad de ellos. Ha hecho espléndidos guiones para cine, pero hay otras cosas que no me gustan nada. Me parece una vanguardia muy forzada, desprovista de contenido. No es un autor que prefiera entre todos los contemporáneos.

¿Y el teatro francés actual? ¿La obra de Koltés, por ejemplo?
Me parece bastante superficial, y además no me parece de gran originalidad. Más bien me interesa mucho David Mamet. Es un escritor estadounidense muy interesante, aunque todavía no ha pasado la prueba del tiempo.

Sigue pensando, como escribió alguna vez, que el teatro de Brecht, el Teatro del Absurdo y los 'happenings' sufren de arterioesclerosis?
Creo que el 'happening' está muerto y enterrado. El genio de Brecht nadie lo discute, pero creo que sus ideas sobre teatro hoy ya no están vigentes. En cambio, el Teatro del Absurdo se ha integrado mucho al teatro contemporáneo. Creo que son fuentes que han irrigado mucho el teatro de hoy, pero que, al mismo tiempo esas tres corrientes ya quedaron superadas.

EL DATO
Estreno mundial
Dirigida por Luis Peirano e interpretada por Alberto Ísola y Bertha Pancorvo, "Al pie del Támesis" se estrenará el 27 de marzo en el Teatro Británico de Miraflores, producida por la Asociación Cultural Peruano-Británica. Asimismo, la obra será publicada en breve por Alfaguara.

LAS GUERRAS DEL FIN DEL MUNDO

 

Por: Pilar Cambra - Expansión.com 

En 1893, un extraño personaje, un predicador iluminado y fanático llamado Antônio Vicente Mendes Maciel, conocido como Antonio Conselheiro ("el Consejero"), se estableció, con una multitud de seguidores, en Canudos, en las áridas tierras (los "sertaos") del noroeste de la por entonces provincia de Bahia que, hoy, es uno de los estados que componen Brasil.

Libertos negros, los bandidos conocidos como cangaÇeiros, indígenas, mestizos y hasta desertores del Ejército, enardecidos por "El Consejero", comienzan a amenazar la estabilidad de la recién nacida República de Brasil, que manda sus tropas hasta aquel rincón perdido de Bahía...

Así comienza la Guerra de Canudos. Tras varias derrotas, un enorme ejército asalta la población en octubre de 1897: la incendia y masacra a la población, degollando a los prisioneros. Aquella guerra remota, perdida en los confines de la historia, olvidada y estúpida se cobró más de veinticinco mil vidas...

En 1981, Mario Vargas LLosa publica "La guerra del fin del mundo", una desolada y desoladora novela que recrea los hechos. También este relato ha quedado un tanto escondido entre la abundosa bibliografia del peruano; sin embargo, críticos como Harold Bloom y Roberto Bolaño la eligen como la única de Vargas Llosa que puede formar parte de lo que ellos laman "el canon occidental". Y yo estoy de acuerdo con esos críticos...

Anoche, cuando veía en televisión a don Hugo Chávez, presidente de Venezuela, enviando -en directo y ante una claque de hipnotizados seguidores que ovacionaban a su líder- "a diez batallones, a los tanques, a los aviones" a la frontera de su país con Colombia, dejando vacía la Embajada de Venezuela en Bogotá, me vino a la memoria "La guerra del fin del mundo"... Y cuando el Presidente de Ecuador, don Rafael Correa, se unió a la belicosidad del señor Chávez, el recuerdo de aquella guerra de Canudos, bestial y delirante, se me hizo más agudo...

Cierto: pocas horas antes, tropas colombianas habían atravesado las fronteras con Ecuador y habían matado al número dos y portavoz de las FARC... Las FARC, que, obviamente, encuentran cobijo en Ecuador y defensor a ultranza en don Hugo Chávez... Las FARC, que mantienen contingentes de personas presas durante años y años, como Ingrid Betancourt, que se está muriendo de hepatitis... ...Guerras del fin del mundo... No porque pudieran estallar en un lugar que nos es ajeno... Guerras del fin del mundo porque son como uno de tantos apocalipsis que hablan de la locura fanática de los seres humanos cuando dejan de ser humanos...

FERNANDO DIEZ DE MEDINA

Cien años del nacimiento de Fernando Diez de Medina

Retrato autografiado de Fernando Diez de Medina, en 1938.

Hace casi una semana se recordó el nacimiento del escritor Fernando Diez de Medina (La Paz, 14/01/1908- 21/09/1990). Miembro de la llamada Generación del Centenario, bautizada por él como ‘Generación de la fe', pertenece a una dinastía de bolivianos ilustres, según comenta en un artículo publicado por El Deber, el escritor Pedro Shimose.

Desde el memorialista Tadeo Diez de Medina (siglo XVIII) hasta el periodista Raúl Diez de Medina (siglo XX), pasando por el historiador Lucio Diez de Medina, el arqueólogo Federico Diez de Medina y el diplomático e internacionalista Eduardo Diez de Medina -padre del escritor-, los Diez de Medina prestaron servicios distinguidos a la cultura boliviana.

Periodista, Polemista, Conferencista. Por espacio de más de sesenta años practicó el periodismo cotidiano o eventual. Fue reportero, crítico, redactor, columnista y editorialista en varios diarios de Bolivia. Emprendió numerosas campañas cívicas y de reforma social. Esta labor persistente no se puede evaluar porque en su mayor parte fue anónima y no está recogida en ningún libro.

Como polemista impugnó ideas de Papini, Toynbee, Madariaga, Assis de Chateaubriand, Menéndez Pidal, L.A. Sánchez, Arnade, Rodó y otros. En Bolivia refutó conceptos de Tamayo, Arguedas, Canelas, Céspedes, Espada, Arze Quiroga, aparte de muchas intervenciones periodísticas sobre temas políticos y literarios.

Dictó más de 50 conferencias, políticas unas, otras de carácter cultural, en las principales universidades y teatros del país, así como en Lima, Nueva York, Madrid, Génova, Roma y en entidades culturales. Algunas conferencias fueron dadas en las minas y las cinco que dictó sobre la reivindicación marítima de Bolivia, reproducidas en diarios y libros.

Publicaciones - Diez de Medina colaboró en muchos diarios y revistas de Francia, Italia, España, Estados Unidos, México, Cuba, Venezuela, Colombia, Ecuador, Argentina, Chile, Perú y Uruguay. Principalmente en "Cuadernos Hispanoamericanos" y "Mundo Hispánico" de Madrid; "Bolívar" y "El Tiempo" de Bogotá; "Cuadernos Americanos" de México; "Revista Nacional de Cultura" y "El Nacional" de Caracas; "Américas" de Washington; "Cuadernos" de París y con mayor asiduidad en "La Nación" y en "La Prensa" de Buenos Aires. Figura en más de 30 historias, diccionarios de literatura y antologías en diversos idiomas.

Su producción intelectual ha sido ampliamente comentada por escritores de prestigio y publicaciones en Europa y de las tres Américas. Las críticas a sus libros pasan de varios centenares en el país y el exterior.

Capítulos de sus libros se tradujeron al francés, italiano, alemán, inglés, danés y portugués.

En la política - De 1948 a 1951 fundó y dirigió el Grupo Cívico "Pachakuti", que inspirado en ideas vernáculas, postuló una democracia responsable, la revolución integral y justicia económica para las mayorías postergadas.

Perteneció al Movimiento Nacionalista Revolucionario durante cinco años, como invitado en 1955 y fue expulsado "por desviacionismo" en 1960, por haber pedido amnistía general, freno a la violencia y la moralización del partido.

Sólo actuó durante cuatro años en las postrimerías del primer período de Paz Estenssoro, durante el gobierno de Siles Zuazo y otros cuatro años durante el gobierno del General Barrientos Ortuño.

"Fernando Diez de Medina es recordado y juzgado más por su agitada y controvertida actividad política que por su vasta, importante y dispar obra literaria. Entusiasta, fantasioso y audaz, su vida fue una sucesión de experiencias fallidas en oficios ajenos a la literatura", dice Shimose, en el mencionado artículo.

Espoleado por un ambicioso proyecto vital, escribió 40 libros. Abarcó todos los géneros literarios posibles -desde el poema hasta el manifiesto polémico-, pero su fuerte fue el ensayo literario. Sus ensayos políticos son discursos moralizantes escritos con afectación y estilo sentencioso. Su crítica impresionista de la literatura boliviana se halla condensada en el libro Literatura boliviana (La Paz, 1953/Madrid, 1954), escribe Shimose.