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INSTITUTO DE LOS ANDES

PIZZA.COM

PABLO PARDO - ELMUNDO.ES

WASHINGTON.- "Una locura, una locura". Así explicaba Chris Clark en las páginas del diario Baltimore Sun el jueves pasado la inesperada lluvia de millones de dólares que le había caído encima gracias a un golpe de suerte. Concretamente, acababa de ganar 2,6 millones de dólares (1,65 millones de euros) al subastar en internet el dominio pizza.com, que él mismo había registrado en 1994.

Clark había pagado 20 dólares (12,7 euros al cambio actual) por el dominio, una cifra a la que hay que añadir una cifra similar cada año para mantener sus derechos de propiedad. Es difícil saber la rentabilidad de la operación, pero un cálculo aproximado, teniendo en cuenta el coste de renovar la propiedad sobre los dominios de internet, permite aventurar que, sin descontar la inflación, Clark ha obtenido una rentabilidad de alrededor del 7.000%. Ni George Soros ni Warren Buffett pueden pretender tanto.

Y, lo que es aún más sorprendente: Clark ha logrado esa suma gracias a un fracaso empresarial en toda regla. Porque, cuando registró pizza.com acababa de fundar una consultora especializada en internet. Su idea de apropiarse del dominio del conocido alimento italiano se debió a una estrategia de marketing desastrosa: pensó que, con ese nombre, pronto alguna empresa de comida rápida contrataría sus servicios. Seis años después, en pleno boom de las puntocom, Clark vendió su empresa. Ninguna compañía de pizzas le había contactado.

Pero el empresario retuvo sus derechos sobre pizza.com. Hace un año invirtió 5.000 dólares (3.170 euros al cambio actual) en la web para convertirla en un directorio de empresas que producen pizza y empezó a ganar dinero. Hasta que un día vio una noticia que explicaba que una empresa rusa de exportación de vodka había vendido su dominio vodka.com por tres millones de dólares, o 1,9 millones de euros. El precio de salida de pizza.com fue de dos millones de dólares.

Clark no se tomó muy en serio su iniciativa. En enero anunció que su sitio web estaba en venta. La primera oferta fue de apenas 100 dólares. Pero entonces Sedo, una empresa especializada en intermediar ventas por internet, se puso en contacto con él. A cambio del 10% del precio de venta, Sedo se comprometía a publicitar la venta de pizza.com. Sin muchas esperanzas, Clark accedió, y a continuación se fue de vacaciones a Disney World, en Florida, con su familia. El 27 de marzo, pizza.com entraba en la red de Sedo. Un día después, ya ofrecían por el nombre medio millón de dólares. El 29, la cifra ascendía a dos millones.

Pero pizza.com no es, ni de lejos, el dominio con un nombre genérico más caro de internet. Business.com (Negocios.com) se vendió por 7,5 millones de dólares en 1999 y de nuevo por 380 millones en 2007. Diamond.com también tuvo un precio de 7,5 millones de dólares en 2006. El mes pasado, Fund.com (fondo.com) costó 10 millones de dólares, dos menos que el precio de Sex.com en 2006.

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