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INSTITUTO DE LOS ANDES

04 EL CINE Y LA GASTRONOMIA

CINE CON SABOR A CHOCOLATE

Madrid, España.- ¿Qué niño, o sin serlo tanto, no soñó alguna vez con recorrer la fábrica de chocolate de Willy Wonka? Aunque el cine no se pueda oler ni degustar, hay películas que activan todos los sentidos y hacen que el espectador se relama los labios. Y probablemente haya muy pocos capaces de resistirse a un paseo entre ríos de leche y cacao, acompañados de un excéntrico Johnny Depp y sus graciosos Oompa Loompas.

Tim Burton encontró en el cuento de Roal Dahl "Charlie y la fábrica de chocolate" el relato perfecto para dar rienda suelta a su fantasía y recrear un mundo tan imposible como exuberante y dulce. Junto a él, un estrambótico y genial Depp, con quien ya había demostrado su química en "Eduardo Manostijeras" o "Ed Wood", convierte esta cinta en una pequeña "delicatessen" para paladares exquisitos.

Sin embargo, Burton no fue el primero en llevar a la gran pantalla esta historia de un niño tan pobre como bueno que un día es tocado por la fortuna. Más de 30 años antes, en 1971, lo había hecho Mel Stuart en el clásico "Willy Wonka y la fábrica de chocolate", también conocido como "Un mundo de fantasía". En este musical, con unos efectos especiales mucho más artesanos -y menos impactantes- que en la versión timburtoniana de 2005, Gene Wilder da vida al entrañable dueño de la casa Wonka.

Y es que la relación entre el cine y el chocolate viene de lejos. Quizá la película más antigua que hace honor a este dulce en su título es "El soldado de chocolate" (1941), un drama bélico basado en una opereta de Oscar Straus, que a su vez se inspiró en una pieza teatral de Bernard Shaw. Pero si la palabra chocolate remite a un filme, ese es sin duda "Chocolat", donde Juliette Binoche se mete en la piel de una repostera que acaba ganándose el aprecio de sus peculiares vecinos mientras estos caen en la golosa tentación.

El chocolate ha dejado también frases para el recuerdo, como aquella memorable escena en la que Forrest Gump, sentado en un banco, cuenta su increíble historia a quienes quieren escucharla y acaba diciendo: "Life is like a box of chocolates...", "la vida es como una caja de bombones, uno nunca sabe lo que le va a tocar". A Tom Hanks, aquella película le valió su segundo Oscar como actor protagonista en 1995, un año después de haber conseguido el primero por "Philadelphia".

Aunque para escenas bañadas de chocolate, cómo olvidar al pequeño y gordinflón Bruce en "Matilda" (Danny DeVito, 1996), atiborrándose de pastel hasta casi vomitar. Otras veces, el dulce ha sido la mejor arma para vencer a temibles enemigos, como el gigantón Sloth de "Los Goonies": una barrita de chocolate bastaba para convertir al monstruo en una tierna criatura en este clásico de los 80 que dirigió Richard Donner con guión y producción de Steven Spielberg.

Francia, cuna junto a Bélgica y Suiza de aclamados maestros "chocolatiers", aporta a este repaso por el cine más goloso la intrigante "Merci pour le chocolat" (2001). El cineasta Claude Chabrol saca a relucir de nuevo el lado más oscuro de la burguesía en este thriller sobre la directora general de una empresa de chocolate, a quien da vida una magnífica Isabelle Huppert.

Y también el cine en español ha aportado títulos emblemáticos. Probablemente, el más recordado sea "Como agua para chocolate" (1992), en la que el mexicano Alfonso Aráu adaptó la deliciosa fábula homónima del realismo mágico firmada por Laura Esquivel, entonces esposa del cineasta. Con la gastronomía como nexo de unión y metáfora de los sentimientos, el filme presenta a la protagonista en constante ebullición, como debe estar el agua para hacer un buen chocolate.

Más desapercibida pasó "Un poco de chocolate" (Aiztol Aramaio 2008), en la que Héctor Alterio, Daniel Brühl, Julieta Serrano y Bárbara Goenaga componen un retrato de los puntos de unión entre dos generaciones que la crítica tildó de demasiado edulcorado. Todo lo contrario que en la aclamada "Fresa y chocolate", de Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. Un comunista convencido y un artista homosexual ahogado en la homofobia del régimen cubano traban una profunda amistad en esta cinta que estuvo nominada al Oscar como mejor película de habla no inglesa.

Aunque para combinaciones curiosas con el dulce de cacao, se lleva la palma "Atún y chocolate" (2004), ópera prima del actor y humorista español Pablo Carbonell enmarcada en la crisis pesquera en Cádiz. Y en cuanto a macabras, la terrorífica "Blood and Chocolate" (Katja von Garnier, 2007), donde una joven pasa sus días trabajando en la fábrica de chocolate familiar para luego, por la noche, convertirse en mujer lobo y merodear por los bosques de Bucarest.

Sin embargo, por muy goloso que uno sea hay quienes piensan que siempre hay algo "Mejor que el chocolate", como la historia de amor entre dos lesbianas que firmó la canadiense Anne Wheeler (1999), todo un clásico del cine de temática homosexual. Y es que el rey del dulce puede aportar aliciente a un filme, pero hay riesgo de que empalague. Ya lo decía el genial Billy Wilder: "los cineastas no son alquimistas" y, si no hay una buena historia detrás, "no se puede convertir excrementos de gallina en chocolate".

COCINANDO CON STELLA

Fotograma de 'Cooking with Stella'. / Ical

Valladolid, (EFE).- Las desigualdades sociales existentes en la India del siglo XXI, así como el trato a los sirvientes como si no fueran seres humanos, "negando su identidad", es lo que denuncia el director indio Dilip Mehta en su comedia "Cooking with Stella", proyectada hoy en el Festival de Valladolid.

"Cooking with Stella" ("Cocinando con Stella") narra la historia de la familia de una cónsul de Canadá recién destinada a Nueva Dehli (India), donde hereda a una pícara ama de llaves llamada Stella y que no duda en utilizar una serie de triquiñuelas para ganarse un sobresueldo a base de vaciar la despensa o los joyeros de sus nuevos jefes.

Stella -interpretada por Seema Biswas- entabla una particular relación con Michael -Don Mckellar-, el padre y cocinero de la familia canadiense, al ejercer de maestra ante las ansias de Michael de aprender los secretos de la cocina india.

Dos sirvientes compinchados con Stella, una niñera de frágil voluntad -encarnada por Shriya Saran- y una madre -Lisa Ray- demasiado ocupada con sus quehaceres de cónsul para controlar el devenir de su vida familiar, completan el reparto de esta película, muy alejada de la impronta de Bollywood.

En una rueda de prensa posterior al pase de la película, Mehta ha explicado que el objetivo de la película es denunciar cómo casi en 2010 aún hay personas a las que se sigue denominando sirvientes, y a las cuales se les niega su identidad como seres humanos.

El filme incluye, en este sentido, frases pronunciadas por la propia Stella a las que llama "reglas de oro del sirviente" y que dan cuenta del espíritu crítico de la obra: "El sirviente come siempre después que su amo" o "no tratar de tú" a la persona para la que se trabaja son dos de ellas.

"Puede gustar o no la película, pero una cosa está garantizada: vas a tener hambre después", ha bromeado Mehta, pues la cocina está presente durante toda la película a través de productos y preparados típicos de la India.

El director ha reconocido que "en cada persona hay una Stella", pues todos los seres humanos tienen el instinto de cometer pequeños hurtos sin que sean considerados ladrones por ello".

"Cooking with Stella" es el primer largometraje de Dilip Mehta, nacido hace 47 años en el estado indio de Delhi.

Ha publicado sus fotografías en revistas como "National Geographic" y ha colaborado en películas como "Gandhi", "El filo de la navaja" y "Fuego", así como en la serie de televisión canadiense "Danger Bay".

El año pasado, acudió a la Seminci con su documental "La mujer olvidada". EFE rag/rjh

El sabor del cine indio desembarca este miércoles en la Sección Oficial de la 54 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) de la mano de la producción canadiense 'Cooking with Stella', dirigida por Dilip Mehta y con guión de Deepa y Dilip Mehta.

Interpretada por Don McKellar, Lisa Ray, Seema Biswas, Shriya Saran, Vansh Bhardwaj, Maury Chaykin, Shriya Saran y Alexiane Perreaul, la comedia 'Cooking with Stella' constituye una sátira social sobre una diplomática canadiense y su marido cocinero Michael, destinados a Nueva Delhi.

Al llegar a esta ciudad, heredan el conjunto de la servidumbre que trabaja en la que será su nueva residencia y Al frente del equipo se encuentra la cocinera, una mujer encantadora y atractiva llamada Stella que propone a Michael convertirse en su mentora en las artes de la cocina tradicional india.

Dilip Mehta nació en Delhi (India), se graduó por la universidad de su ciudad natal en Ciencias Económicas y Comercio y junto con su hermana, la cineasta Deepa Mehta, fue miembro fundador de la productora Sunrise Films.

Ha publicado sus fotografías en 'National Geographic', 'Figaro' o 'Stern', entre otras, ha colaborado en la fotofija de películas como 'Gandhi', 'El filo de la navaja' y 'Fuego', así como en la serie de televisión canadiense 'Danger Bay', y también ha sido productor creativo en 'Tierra', de Deepa Mehta, y responsable del diseño de producción y productor asociado de 'Agua', también dirigida por Deepa y que participó en la Sección Oficial de la 50 Semana.

En el año 2008 participó en el festival con el documental 'La mujer olvidada', dentro de la sección de Tiempo de Historia.

JULIE Y JULIA

Director: Nora Ephron

Protagonistas: Amy Adams, Meryl Streep, Jane Lynch, Vanessa Ferlito, Lindsay Felton, Dave Annable, Stanley Tucci, Mary Lynn Rajskub, Chris Messina

Página web oficial: www.julieandjulia.com 

Sinópsis:
Meryl Streep es Julia Child y Amy Adams es la escritora Julie Powell en la comedia Julie y Julia de Nora Ephron.

Antes que Ina, antes que Rachael, antes que Emeril, Julia fue la mujer que cambió la forma de cocinar de los Estados Unidos. Sin embargo, en 1948, Julia Child (Meryl Streep) era simplemente una norteamericana viviendo en Francia. El trabajo de su marido los llevó a París, y el infatigable espíritu de Julia anhelaba tener algo que hacer.

Medio siglo más tarde, Julie Powell (Amy Adams) está atascada. Cerca de los 30, vive en Queens y trabaja en un cubículo al tiempo que sus amigas tienen un apabullante éxito; para focalizar sus energías Julie se aferra a un plan, que a simple vista parece una locura. Julie decide dedicarse un año exacto a cocinar las 524 recetas que componen el libro "Mastering the Art of French Cooking" (que Child coescribió con Louise Bertholle y Simone Beck) de Julia Child, y escribir un blog con sus experiencias.

La directora, guionista y productora Nora Ephron une estas dos historias reales en una comedia que demuestra que si se posee la justa combinación de pasión, obsesión y mantequilla, se puede cambiar de vida y lograr que los sueños se hagan realidad. FILMOTECA GASTRONOMICA DEL INSTITUTO DE LOS ANDES.

LA SAL DE LA VIDA

 

SERIE: EL CINE Y LA GASTRONOMIA - FILMOTECA DEL INSTITUTO DE LOS ANDES

LA SAL DE LA VIDA - UN TOQUE DE CANELA

- Título original: Politiki kouzina

- Dirección y guión: Tassos Boulmetis.

- Producción: Lilly Papadopoulou y Artemis Skouloudi.

- Música: Evanthia Reboutsika.

- Fotografía: Takis Zervoulakos.
- Origen: Grecia/ Turquía.

- Año: 2004.

- Duración: 108 minutos.

- Género: Drama.

- Elenco: Fanis Iakovides (George Corraface), Vassilis (Tassos Bandis), Saime (Basak Koklukaya), Savas Iakovides (Ieroklis Michaelidis), Soultana Iakovidou (Renia Louizidou), tío Aimulius (Stelios Mainas), Mustafa (Tamer Karadagli), Fanis niño (Markos Osse).

- Calificación: Todo Espectador. la Vida "

Cocinando con amor...y por amor

Fanis Iakovidis es un famoso profesor de astronomía. Después de 35 años regresa a su ciudad natal, ya que su abuelo y mentor, "el abuelo Vassilis", vive ahí y se está muriendo. Esta visita se presenta como un acontecimiento clave en su existencia, ya que lo obliga a reencontrarse con su primer amor y con el hombre que le enseñó los secretos del cielo y el especial uso de las especies y los condimientos a la hora de cocinar... y de ponerle sal a la vida.

 A muchos críticos les ha hecho recordar películas como "Como agua para Chocolate", de Alfonso Arau; "Comer, beber, amar", de Ang Lee, y por sobre todo, a Cinema Paradiso, por ser un filme nostálgico, humano y sencillo, donde también existe una evocación a la infancia y una especial relación entre un anciano y un niño.

"La Sal de la Vida", el filme griego escrito y dirigido por Tassos Boulmetis, posee esos mismos elementos, donde Fanis, el protagonista, debe volver a su ciudad natal donde se reencuentra con el amor de su infancia y su abuelo, retomando así aquellas enseñanazas que "condimentaron" su vida y le dan un sentido a su solitario presente.

La historia se enmarca en la década de los '60 en Estambul, cuando la tensión entre Turquía y Grecia está en aumento. Para que entiendas, la historia es más o menos así...

Poco se sabe en Occidente acerca de los padecimientos de los helenos en los territorios turcos de Esmirna, de las ciudades y pueblos que circundaban el Mar Negro y de aquellos que vivían tanto en la polis (Estambul) como en sus alrededores, a comienzos del siglo XX. Finalmente, los griegos que vivían en el Asia Menor fueron expulsados de los territorios turcos a raíz de un tratado internacional firmado en 1922 y salieron en calidad de refugiados en dirección a la madre patria. Allí no fueron bien recibidos por sus compatriotas, quienes en forma peyorativa los llamaban “turcos''.

Por otra parte, los griegos de Asia Menor, herederos de la cultura del Imperio más longevo de la Historia de la Humanidad - el Bizantino, que tuvo una duración de diez siglos y cuya capital fue la bella Constantinopla - tuvieron acceso a una cultura y refinamiento superiores que los griegos que residían en la madre patria.

Las tierras de la actual Turquía eran fértiles, y en los puertos de Esmirna y Estambul se efectuaban negocios de alta escala, como exportación de frutas, tabaco rubio y minerales, entre otros. Los “turcosporos'' (semillas de turcos), como le decían los griegos a sus compatriotas del Oriente, tenían acceso a escuelas donde se enseñaba el inglés y el francés y las damas helenas eran refinadas y elegantes, lo que provocaba rechazo entre las mujeres que vivían en Grecia.

El refinamiento del Oriente también influyó en las comidas de los griegos del Asia Menor. Imitaron muchos platillos y dulces turcos, y aprendieron a utilizar las maravillosas especias que llegaban a los puertos de Estambul y Esmirna, provenientes del Asia.

En esta atmósfera de convivencia entre turcos y griegos se crió el protagonista. Por su historia, la película hace sonreír y emociona, y lo doloroso queda oculto. Una estructura simétrica ordena los acontecimientos en tres saltos al pasado, que corresponden a las comidas: entrada, plato principal y postre (principio, núcleo, desenlace).

De acuerdo a los críticos, el director fue capaz de otorgarle a la película una fotografía y una puesta en escena que va de la mano con el tono nostálgico de la historia: predomina el color sepia y cada encuadre está pensado para conmover al espectador, metiéndolo en la intimidad de los personajes o en lo imponente de aquellos paisajes lejanos que adquieren la apariencia de gigantescas postales de la época.

Condimentando la vida

Fanis Iakovides es un destacado profesor de astronomía a nivel internacional, cuarentón, que está pasando por una crisis existencial. Viaja hacia Estambul donde vive su abuelo Vassalis (Tassos Bandis) - antes propietario de un almacén de productos y especies - quien ahora se está muriendo.

Así, regresa a la ciudad que lo vio crecer y a los recuerdos de su infancia: la vida de un Fanis niño - adolescente que, debido a la tensión entre turcos y griegos, es deportado junto a su familia a Atenas, mientras su abuelo se queda en Estambul.

El niño crece esperando el día en que su abuelo regrese, mientras se convierte en un excelente cocinero que utiliza sus habilidades culinarias para condimentar la vida de aquellos que lo rodean.

Ha dejado atrás a Saime (Basak Koklukaya), su primer amor, y al abuelo, de quien el niño aprendió los secretos del cielo y del uso de especias y condimentos a la hora de cocinar y de ponerle sal a la vida. ''Eso'' - le decía el abuelo - es lo que le da sabor a la vida''. Y también, y por sobre todas las cosas, "en la vida se debe cocinar con amor y por amor".

Pero cuando vuelve, 35 años después, para reunirse con su abuelo y su primer amor, se da cuenta que él es quien ha olvidado agregar un poco de sal y un toque de sabor a su propia vida. Saime, transformada en una hermosa mujer, está separada y tiene una hija. A pesar de que Fanis aún la ama, ella decide regresar al lado de su marido porque su amor griego es un viajero errante sin rumbo que no le ofrece ninguna seguridad.

La voz en off del protagonista comenta los sucesos desde su perspectiva: su relación con Saime, las lecciones de su abuelo (que mezclan la "astronomía" con la "gastronomía"), y los rituales de la cocina bajo la creencia de que las especias usadas en la comida pueden alterar un estado de ánimo o profundizar un vínculo (por ejemplo, la canela hace que las personas se miren a los ojos).

Otro personaje que aparece y desaparece continuamente del filme es el tío Aimilios, un oficial de la marina mercante griega que ha recorrido todo el mundo, pero que nunca abandona a su familia. Él le dice en una ocasión a Fanis: ''Hay dos tipos de viajeros en la vida: aquellos que parten y aquellos que retornan. Los primeros miran el mapa, los segundos miran al espejo''.

En resumen, en la historia toman forma los hechos dramáticos (los griegos, en su patria, son tratados como extranjeros indeseables), el ritual de las recetas tradicionales (con sus efectos casi mágicos), y los simpáticos - y a veces extravagantes - miembros de esta familia griega algo "pintoresca".

SIMPLEMENTE IRRESISTIBLE

Simply Irresistible (conocida para su distribución en castellano como Seducción a la carta y Simplemente irresistible) es una película de comedia de 1999 dirigida por Mark Tarlov y protagonizada por Sarah Michell Gellar y Sean Patrick Flanery.

Ampliar Amanda es la dueña de un restaurante y está completamente enamorada de un ejecutivo llamado Tom Barlett, pero él está demasiado ocupado para darse cuenta de que ella es la chica de sus sueños, hasta que Amanda tiene que hacer todo lo posible para que Tom caiga perdidamente rendido a sus pies.

A pesar de su empeño como propietaria y como chef, el poco éxito con la clientela puede obligar a Amanda a tener que cerrar su pequeño restaurante neoyorquino. Sin embargo el azar le lleva a descubrir que es capaz de poner sus sentimientos en aquello que cocina y cautivar así a sus comensales. De esta manera, con un cangrejo a la Napoleón, es como Tom entrará en su vida. Juntos vivirán un apasionado romance, aunque la magia acabará por desbordar su cocina.

Reparto:

Etiquetas: CINE, GASTRONOMIA

EL CINE Y LA GASTRONOMÍA

Por: Javier Pérez Andrés - Más de 1.500 secuencias relacionadas con la cocina, los restaurantes y la gastronomía son el cimiento de un proyecto que triunfa estos días en Madrid Fusión de la mano de Pepe Barrena, un vallisoletano que se ha convertido en la referencia internacional del cine gastronómico. Barrena nació en la calle Salvador de la capital del Pisuerga.
Tras pasar por el Colegio de La Salle y estudiar Económicas, pasó varios veranos en la Cátedra de Cinematografía de la Universidad de Valladolid. Más tarde se trasladó al País Vasco, donde se dedicó al márketing y la publicidad, sin abandonar sus dos grandes pasiones: el cine y la gastronomía.
Pepe Barrena ha logrado despertar el interés de periodistas, cocineros y escritores sobre la importancia del cine a la hora de enjuiciar periodos, escenarios y argumentos de la propia historia de la gastronomía. Cinegourland es un festival que cada año se celebra en distintos puntos de la geografía española y americana, motivo por el cual la cumbre mundial de la gastronomía, Madrid Fusión, le ha pedido que forme parte del programa a lo largo de las jornadas de la edición que se celebra hasta hoy en Madrid.
Pepe Barrena asegura que los debates que surgen tras las proyecciones de las películas son divertidos y marcan nuevos puntos de vista entre los profesionales. «De alguna forma, los congresistas cambian el chip frente a esos 'tochos' de conferencias sobre cocina molecular», bromea el especialista. Por la colección de Cinegourland pasan algunos de los bocados más suculentos de la cinematografía mundial, desde 'El desayuo del bebé', de los hermanos Lumière, a finales del XIX, a las últimas películas que han ido incorporando contenidos relacionados con la gastronomía o el vino con gran aceptación del público, como 'Entre Copas', 'Chocolat', 'El festín de Babette' o 'Deliciosa Martha'. Barrena también ha sido jurado del restaurante revelación de este año, donde participó el establecimiento vallisoletano Trigo, que dirige Víctor Martín. «He tenido la oportunidad de conocer a un paisano pero el jueves -por hoy- podré saludar a otros muchos cocineros vallisoletanos, que nos ofrecerán un menú especial para los congresistas», explica Barrena.
La última intervención de Pepe Barrena tendrá lugar hoy en el auditorio del Palacio de Congresos de Madrid. Las proyecciones se adentrarán en los restaurantes del futuro, donde cocineros y robots serán los protagonistas. El último acto de esta séptima edición de Madrid Fusión abordará en la sala polivalente los bares gastronómicos, una tendencia denominada 'gastrobar' que en lo últimos años es elegida para desarrollar la creatividad de grandes cocineros que trabajan en establecimientos de espacios reducidos cocinando entre el mostrador y la cocina. Una jornada en la que Valladolid podrá toda la carne en el asador con una multitudinaria degustación de nueva cocina pucelana.

Papas en Pantalla

Aquí están, crujientes y calientitos, algunos inolvidables momentos en los que nuestro nacional tubérculo les robó el show a las estrellas del cine y la tevé

Escribe Rafael Ariansen / andes@institutodelosandes.com

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- Uno de los mortales, peligrosísimos, asteroides que debe evitar el “Halcón Milenario” en la película “El Imperio Contraataca” (1980), es en realidad una inofensiva papa, colocada ahí por un bromista ingeniero de efectos especiales.

 

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- En “El Señor de los Anillos: Las Dos Torres” (2002), Sam trata de transmitir las bondades culinarias de la papa al retorcido Gollum, pero sin mucho éxito: 

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Sam: Lo que necesitamos son unas buenas papas.

Gollum: ¿Qué son papas, precioso? ¿Qué son papas, eh?

Sam: ¡Pa-pas! Hiérvelas, hazlas puré, arrójalas a un guiso... hermosas, grandes y doradas papas con un lindo filete de pescado frito.

Ante esto Gollum hace un sonido de asqueado disgusto sacando la lengua.

Sam: Incluso tú no podrías decir no a eso.

Gollum: Oh, sí podríamos. Danos un buen pescado. Dánoslo crudo y aleteando. Quédate tú con tus horribles papas.

Sam: No tienes remedio.

 

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- En un episodio clásico de la cuarta temporada de “El Súper Agente 86” (1968), Maxwell Smart enfrenta una verdadera crisis: un químico esparcido por KAOS ha destruido el 90% de los cultivos de patata de EEUU. Entonces viaja a Idaho para resolver el caso, y de pasada conocer a su futura suegra, la mamá de la 99. 

- Uno de los personajes de la irreverente serie animada “Aqua Teen Hunger Force” (2000) es una intelectual caja roja de papas fritas flotante con poderes místicos, llamada Frylock.

 

- El personaje de Richard Dreyfuss, en la película “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo” (1977) construye una inmensa montaña de puré de papas respondiendo a un llamado extraterrestre en plena cena, para desconcierto de su familia. 

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- Los “Podlings” son unas criaturas que habitan el alucinante mundo de muppets de “El Cristal Encantado” (1982), y según el genial artista conceptual Brian Froud su diseño está basado en el de los tubérculos que nos ocupan.

 

- En la película de Steven Spielberg, “El Imperio del Sol” (1987), James Graham, el niño inglés prisionero en un campo de concentración en la Shanghai ocupada por los japoneses, pronuncia la que podría ser la más famosa línea referida a las papas dicha en una película: “Me enseñaste que la gente haría cualquier cosa por una patata”. Los cautivos, si tenían suerte, debían arreglárselas para sobrevivir con una papa el día durante aquel nefasto episodio de la Segunda Guerra Mundial.

 

 - En la clásica “La Comezón del Séptimo Año” (1955) Marilyn Monroe, más adorable que nunca, y Tom Ewell forjan una amistad remojando papas fritas en Champagne.

 - “El Circo de Jojo” (2003) es un colorido programa para niños de Playhouse Disney que tiene entre sus personajes secundarios una familia completa de papas, que como buenos tubérculos son de naturaleza dormilona y no muy inclinados a la vida activa.

- En otra serie de Disney Channel, basada en la simpática película "Las Locuras del Emperador" ("Emperor´s New School", 2007) somos testigos de un concurso que premiará a la papa más grande, y que la competitiva Malina querrá ganar a toda costa. El episodio (el primero de la segunda temporada) se titula apropiadamente "El Nuevo Tubérculo del Emperador". 

- La primera bomba arrojada por los japoneses en la película “Pearl Harbor” (2001) viaja en caída libre hasta perforar un acorazado norteamericano y va atravesando las cubiertas de la nave hasta terminar en una cocina llena de papas en proceso de ser peladas. ¡Eso es hacer puré!

 

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- Uno de los momentos más escalofriantes de la historia del cine, aunque no lo crean, tiene como protagonista a un plato de papas fritas... y un dedo cercenado que entre ellas encuentra su joven protagonista, martirizado por el psicópata que nunca debió recoger en la carretera, en “The Hitcher” (1985).

 

- En la divertida película animada “Vecinos Invasores” (2006) los animales del bosque quedan deslumbrados por el estilo de vida de los humanos, incluyendo nuestro desmedido amor por la comida. Sin embargo una lata de papas fritas artificialmente saborizadas como queso nacho se convierte en su objeto de obsesión. ¡Es que con ellas suficiente no es nunca suficiente!

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- En la reciente película de “Los Simpsons” (2007) el desnudo frontal que está a punto de mostrar al mundo Bart, estampillado contra el ventanal de Krusty Burger, es censurado en el último momento por una papa frita que sostiene el santurrón Flanders en la mano. Ya que hablamos de nuestra familia favorita de la tele, imposible no mencionar aquel estupendo episodio ("Deep Space Homer", Ep. 15, temporada 5, 1994) en el que Homero viaja al espacio y flota en gravedad cero, al compás del "Danubio Azul", devorando las papitas fritas sueltas en la cabina de la nave, parodiando la película "2001: Odisea del Espacio".

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Un Señor Cabeza de Papa

 

En mayo de 1952 el mundo conoció a uno de los juguetes más populares de todos los tiempos, a través de una campaña publicitaria sin precedentes en la televisión estadounidense: el Señor Cabeza de Papa (Mr. Potato Head). La diversión prometida era decorar con numerosas partes plásticas una papa real (el cuerpo plástico fue introducido en 1964) para ponerle una cara con bigote, sombrero, nariz y otros detalles. La idea original fue de George Lerner, quien vende los derechos a la empresa Hassenfeld Brothers, que más tarde se convertiría en el gigante Hasbro. En su primer año El Señor Papa reportó ventas de 4 millones de dólares y no pasaría mucho tiempo para que la familia crezca con esposa e hijos. En 1985 recobró su popularidad gracias a la película Toy Story y su secuela, protagonizando también su propia tira cómica y serie de TV. En tiempos más recientes hemos visto a Mr. Potato caracterizado como personajes de populares películas como la Guerra de las Galaxias, Spiderman y Transformers.

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TU ME HICISTE BRUJERIA

Había una vez dos encantadoras cocineras que compartían un ingrediente secreto: la magia.

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Escribe Rafael Ariansen / andes@institutodelosandes.com

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Piper Halliwell / (Holly Marie Combs) Charmed (1998 - 2006)

Piper es una bruja. Pero no de las de verrugas y nariz ganchuda. Es una “bruja buena”, enfrentada a las fuerzas de la oscuridad que intentan dominar al mundo... y también es chef, una de las mejores de San Francisco. Su vida transcurre desintegrando las moléculas de los demonios que se le aparecen y desbaratando complots del inframundo, y en sus ratos libres... cocina y hornea pasteles. Su pasión por el arte culinario es la única actividad terrenal que la acerca a lo que debería ser una “vida normal”, algo que probablemente nunca disfrutará. Afortunadamente comparte esta pesada carga con sus hermanas, brujas también. Piper puede ser dedicada, espontánea y cauta a la vez, según la ocasión lo amerite. Tiene un gran y generoso corazón y frecuentemente hace el papel de “mamá” frente a sus hermanas menores. Su poder principal es el de “congelar” el tiempo (estasis temporal), habilidad que le es de suma utilidad en la cocina (¡sólo imaginen las posibilidades!). Precisamente, durante una entrevista de trabajo en “Quake”, el restaurante de moda en San Francisco, sus poderes se manifestaron por primera vez. Parece que causó una gran impresión, porque el chef Moore la contrató de inmediato. Al poco tiempo fue ascendida a Manager del establecimiento pero el exceso de trabajo y los dobles turnos empezaron a afectarla. En busca de objetivos más altos aún y con la ayuda de sus hermanas tomó un gran riesgo y abrió su propio nightclub, bautizado “P3” (en alusión a la letra inicial de los nombres de las hermanitas: Prue, Piper y Phoebe). Al parecer fue una decisión acertada, pues el P3 llegó a convertirse en uno de los “points” más movidos de la ciudad, presentando en su escenario a los grupos del momento. En la actualidad, cumpliendo un sueño largamente acariciado, es dueña de su propio restaurante.

Piper aprendió a muy temprana edad que la comida puede ser terapéutica y que en la cocina muchos de los problemas se ven menos graves. Además, fue un gran canal de comunicación con su abuela, quien no sólo le transmitió sus poderes mágicos y la habilidad innata para mezclar pociones, sino su buena sazón.

Piper ha tenido amoríos con hechiceros oscuros, fantasmas y hasta con su “Angel Guardián”, ha viajado al futuro, al pasado, a realidades alternas, se ha convertido en demonio, en walkyria, en diosa griega, en súper heroína, ha sido infectada por enfermedades paranormales, murió, resucitó, fue poseída, perdió su alma, ha sobrevivido incontables accidentes mágicos y pasó por la más exigente prueba: ser madre de tres. ¡Esta chica necesita unas vacaciones!

 

Isabella Oliveira / (Penélope Cruz) Las Mujeres Arriba (Woman on Top) (2000)

En una musical ciudad llamada Bahía, en Brasil, vivía una chica llamada Isabella. Cuando nació los dioses la bendijeron con gran belleza, pero olvidaron un pequeño detalle: la pequeña sufriría de un severo “mareo crónico”. Sus padres intentaron sin éxito cada remedio, hasta que recurrieron a la espiritualidad y rezaron por la cura cada noche a Yemanyá, diosa del mar. Desde entonces, Isabella aprendió a mitigar los efectos de su condición, siempre y cuando no fuera de pasajera en ningún vehículo, se abstuviera de usar los elevadores y durante algún baile, ella “llevara” a su pareja. En la intimidad incluso, Isabella tenía que “estar arriba”, en pocas palabras, debía estar siempre en control de las cosas.  De chica aprendió de sus padres los secretos de la cocina y comenzó su carrera culinaria en el pintoresco restaurante que ellos tenían en la playa, en el tradicional distrito de Peulorinho. Poseía un toque mágico para las especias y era imposible resistirse a los sensuales aromas que emergían de las cazuelas cada vez que ella entraba a la cocina. ¿Algún don de Yemanyá quizás? Cautivado por los atributos de Isabella, Toninho, un mesero del restaurant, logró hacerla su esposa y juntos lo convirtieron en el más exitoso del lugar, aunque es justo reconocer que la inspirada cocina de Isabella era la gran responsable. Por un tiempo, todo parecía ir bien, hasta que Isabella empezó a sentirse esclavizada entre ollas y sartenes, mientras que Toninho recibía todo el crédito. ¿Ella escondida en la cocina mientras su marido flirteaba con cada cliente femenina que se sentaba a la mesa? ¡Imposible! Pero eso no sería lo peor. Una noche Isabella terminó descubriendo que Toninho la engañaba, argumentando, en el colmo del desparpajo, que ella era demasiado complicada y que extrañaba “estar arriba”.  Es entonces que devastada decide dejarlo todo y viajar a San Francisco.“¿De qué planeta vienes?”, le preguntó la primera taxista que conoció. “Brasil”, fue su escueta respuesta. Hospedada en casa de una “amiga” de la infancia, ahora drag queen, inicia una frustrante búsqueda de empleo, ya que los obtusos dueños de los restaurantes que visitaba rechazaban las exóticas recetas de Isabella, incluyendo su Langosta con Cocos y Salsa de Fruta de la Pasión. En un intento por olvidar para siempre el amor que aún sentía por Toninho, realiza invocando a Yemanyá un hechizo irreversible. Y la diosa respondió: Isabella dejó de amar... y los peces en Bahía dejaron de picar. Libre de su atadura romántica, la suerte de Isabella empezó a cambiar. Consiguió trabajo en un escuela de cocina y muy pronto sus clases fueron las más concurridas, sobre todo la que dedicaba a “la pasión de los pimientos”. Sus dotes para enseñar y por supuesto, su bella apariencia, empezaron a atraer la atención prácticamente de cada hombre en un radio de diez kilómetros (la complicidad de Yemanyá y su aromático café también ayudaron, sin duda). No tardó en captar la de un productor local de televisión, que extasiado por su mágico talento le ofreció casi inmediatamente su propio programa de cocina en vivo.

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Mientras tanto, en Bahía, Tonhino comprendía aquel viejo refrán que dice: “no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes”. Además, el conjuro invocado por Isabella se convirtió en toda una maldición para su pueblo, pues los peces se rehusaban a entrar a las redes. Sin un chef para el restaurant y sin pescados a la vista, Tonhino no tuvo más remedio que cerrar el establecimiento e ir en busca de reconciliación y del amor de Isabella, llevando consigo a los músicos que lo habían acompañado cuando se enamoraron y él le dedicaba serenatas.

El extraño grupo reconoce a Isabella en la televisión y logra colarse en el estudio de grabación para tratar de encandilarla con sus canciones de amor en tono de bossanova. No me pregunten cómo, pero los ratings se fueron para arriba y Tonhino y su banda terminaron siendo contratados como regulares en el show. Isabella terminaba cada receta de su programa “Passion Food Live” con el siguiente consejo: “compártanla con alguien que amen”. El programa creció tanto que los directivos del canal planearon de inmediato volverlo de alcance nacional. Pero claro, querían cambiar algunas cosas. El programa les parecía “demasiado étnico”, querían que Isabella cocinara con tabasco en vez de sus pimientos brasileros y que usara una indumentaria más sugerente.   

Pero no se preocupen, Isabella manda a volar a los ejecutivos de TV, Toninho se reforma y deja atrás su postura machista, ambos cocinan una receta especial que rompe el hechizo y los peces en Bahía empiezan a llenar las lanchas de los pescadores. Un final feliz como el que debe tener todo buen cuento de hadas.