LA REINA DEL SUR
Por Gustavo MartinellI. El escritor español intenta develar el corazón de una mujer que pelea en un mundo de hombres. El estado mexicano de Sinaloa es una tierra donde morir con violencia -describe el autor- era morir de muerte natural.
"Yo no admiro a los novelistas que mantienen a distancia al lector". Esta opinión de Mario Vargas Llosa -vertida en La Habana en enero de 1965, durante una mesa redonda sobre su novela La ciudad y los perros- es algo más que una postura personal: casi se diría que es una definición del arte de la narrativa. Un arte que Arturo Pérez Reverte maneja a la perfección y que ahora vuelve a ejercitar en su última novela, La reina del sur.
Como los 17 libros que le precedieron -siete de ellos, de gran tamaño-, este último va camino de instalarse en la azotea de las listas de ventas. Al menos eso auguran los 213.000 ejemplares agotados en 20 días de una novela con el narcotráfico como telón de fondo, ambientada entre México y el Mediterráneo oriental.
La reina del sur está basada en hechos reales -aunque la historia que se cuenta en ella, insiste el autor, es pura ficción- y tiene como escenarios el Estado mexicano de Sinaloa, "una tierra donde morir con violencia era morir de muerte natural", y diversas ciudades del estrecho de Gibraltar, en las que la protagonista llegará a convertirse en la reina del narcotráfico.
A Pérez Reverte le han interesado desde siempre las fronteras. No en vano fue reportero durante 21 años, antes de convertirse en uno de los escritores españoles de mayor éxito y cuya obra está traducida a más de 20 idiomas.
"En el mundo en que vivimos ahora, los delincuentes son todos de cuello blanco, de esos que nunca arriesgan nada, pero lo bueno de las fronteras es que ahí la gente todavía está viva. Hay carne, pasión, sangre, gente que se la juega de verdad", dice resueltamente el padre del capitán Alatriste. Si en sus novelas anteriores el misterio giraba en torno de una biblioteca, una carta, un tratado de esgrima, en La reina del sur Pérez Reverte trata de develar el corazón de una mujer, y para ello ha intentado ver la vida como la ve una mujer que pelea en un mundo de hombres.
La protagonista de la novela es Teresa Mendoza, una joven mexicana que tuvo que salir huyendo de Sinaloa cuando mataron a su novio, y que a partir de ese momento se moverá entre traidores y corruptos, a un lado y otro de la justicia.
Uno de los grandes logros de la novela es su lenguaje, ya que Pérez Reverte eligió narrar la historia nada menos que desde el punto de vista de una mujer mexicana que casi no tiene instrucción, algo verdaderamente difícil para un autor que destaca sobre todo por su sintaxis clásica y ortodoxa. Fuente: La Gaceta - Tucumán
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