LOS NÚMEROS MÁGICOS
¿Sabías que existe un número “mágico” en el arte?
El hombre de Vitrubio, de Leonardo da Vinci
( extraído de la Wikipedia española )
Conocido ya por los pueblos precolombinos, teorizado en época renacentista y denominado a comienzos del s.XIX, el número áureo o dorado es la “medida” matemática enunciada para explicar una proporción armónica especial. Una regla presente en la naturaleza y que puede encontrarse aplicada en numerosas obras de arte. El uso de la razón áurea ha estado rodeado de un halo de misterio y reverencia desde tiempo antiguo debido a las peculiares cualidades estéticas que ésta otorga, llegando a ser conocida como “la divina proporción”.
Teoría natural
Extiende el brazo. Mide su longitud desde el hombro hasta la muñeca. Ahora mide la distancia existente entre tu hombro y tu codo y, de nuevo, entre tu codo y tu muñeca. Ahí lo tienes: la relación numérica existente entre cada una de estas partes con la inmediatamente superior es la famosa sección áurea, representada por el número de igual nombre ( 1,61803 ), presente en animales, flores, música, esculturas, pinturas… Una teoría enunciada ya en el s. IV a. C. y cuya presencia en mayor o menor cantidad en un cuerpo u objeto es directamente proporcional a su “belleza”.
Un número para el arte
Quizá, de todos los artistas que lo han empleado a lo largo de la historia, sea Leonardo da Vinci el artista que jugó de manera más atractiva con el número áureo, algo muy acorde con su carácter tendente a los enigmas. Un buen ejemplo de ello es su famoso Hombre de Vitrubio, donde la relación existente entre las partes se corresponde con esta medida, siguiendo los planteamientos de simetría enunciados por este arquitecto y tratadista romano. No es el único: los templos griegos, algunas obras de arte povera, la famosa Leda atómica de Dalí, el Apolo de Belvedere, El Escorial en Madrid, la Venus de Botticelli, e, incluso se ha llegado a considerar, las pirámides de Gizeh, fueron realizados, en ocasiones de forma inconsciente, siguiendo una proporción áurea, algo que no es apreciable a primera vista pero que confiere a estas creaciones una apariencia armónica distinguible pero difícil de explicar. artelista.com
Teoría natural
Extiende el brazo. Mide su longitud desde el hombro hasta la muñeca. Ahora mide la distancia existente entre tu hombro y tu codo y, de nuevo, entre tu codo y tu muñeca. Ahí lo tienes: la relación numérica existente entre cada una de estas partes con la inmediatamente superior es la famosa sección áurea, representada por el número de igual nombre ( 1,61803 ), presente en animales, flores, música, esculturas, pinturas… Una teoría enunciada ya en el s. IV a. C. y cuya presencia en mayor o menor cantidad en un cuerpo u objeto es directamente proporcional a su “belleza”.
Un número para el arte
Quizá, de todos los artistas que lo han empleado a lo largo de la historia, sea Leonardo da Vinci el artista que jugó de manera más atractiva con el número áureo, algo muy acorde con su carácter tendente a los enigmas. Un buen ejemplo de ello es su famoso Hombre de Vitrubio, donde la relación existente entre las partes se corresponde con esta medida, siguiendo los planteamientos de simetría enunciados por este arquitecto y tratadista romano. No es el único: los templos griegos, algunas obras de arte povera, la famosa Leda atómica de Dalí, el Apolo de Belvedere, El Escorial en Madrid, la Venus de Botticelli, e, incluso se ha llegado a considerar, las pirámides de Gizeh, fueron realizados, en ocasiones de forma inconsciente, siguiendo una proporción áurea, algo que no es apreciable a primera vista pero que confiere a estas creaciones una apariencia armónica distinguible pero difícil de explicar. artelista.com
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