SÍMBOLOS EN LA RELIGIÓN
En los primeros tiempos del cristianismo, en las representaciones plásticas asociadas a sus espacios de culto y enterramiento, podemos encontrar ¡esvásticas! Parece difícil de creer y lo cierto es que estas imágenes, de nuevo, nada tienen que ver con el régimen nazi: hablamos de las Crux dissimulata, una cruz disfrazada dentro de una circunferencia parcial que posibilitaba la inclusión de este símbolo religioso de una forma poco obvia, de ahí su nombre.
La persecución de los cristianos en los comienzos del culto hizo que estas comunidades agudizaran el ingenio: no sólo se reunían bajo tierra sino que además elaboraron todo un “vademécum” de símbolos camuflados cuya representación servía de indicativo a otros practicantes. Palmeras, ciervos, pavos reales, vides y, el gran protagonista, el pez, se convirtieron, junto con los diversos anagramas de Cristo, en el medio para comunicarse y reconocerse en cualquier parte del mundo como cristiano.
Lo cierto es que la religión es una buena cantera de iconos, en cualquier época en la que nos fijemos, así, por ejemplo, el triángulo ( como línea compositiva o como figura ) es una simbolización de la Santísima Trinidad ( de fertilidad en cultos paganos ), las columnas salomónicas del Barroco hacen referencia al antiguo templo de Salomón en Jerusalén y el crismón románico ( XP ) es el monograma de Cristo ( a veces acompañado de Alfa y Omega: “principio” y “fin” ).
Los capiteles y tímpanos de las iglesias están plagados de referencias alegóricas ( recogidas en los llamados bestiarios ): los leones, águilas y grifos son “los guardianes del templo” en indicación del carácter sagrado que el visitante debe respetar, el cordero hace referencia al sacrificio de Jesús para redimirnos ( y a su cualidad de Buen Pastor ) y la serpiente es la representación del pecado original, al igual que la liebre específicamente lo es de la lujuria o el cerdo de la pereza, entre otros. Pero no sólo las imágenes poseen un significado en el arte cristiano, la numerología y la arquitectura en sí, estrechamente vinculadas, son la base de la que parte todo lo demás: los claustros medievales son una representación del Jardín del Edén, las naves de las iglesias de planta cuadrada simbolizan la Tierra ( 4 puntos cardinales ) y la cabecera semicircular el Cielo ( al igual que las cúpulas ), y la propia planta de cruz latina es una figuración del cuerpo de Cristo ( cabecera, brazos del transepto, cuerpo de las naves y pies ). artelista.com
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